“Sin los técnicos habría sido imposible mantener en pie al país”
Entrevista: Eduardo Rojas, coordinador de Redes Futuro Técnico de Grupo Educativo
Se ha hablado de las clases virtuales y cómo éstas se han vuelto cada día más complejas para profesores, padres y estudiantes en general. Sin embargo, se ha invisibilizado a todos aquellos jóvenes que realizan su educación en establecimientos técnicos profesionales. Ellos han sido particularmente golpeados por la modalidad virtual, pues no cuentan con talleres, laboratorios, ni con las prácticas profesionales que son esenciales para su desarrollo futuro.
“Para la educación técnica, la pandemia ha sido una crisis muy profunda. Somos conscientes de que esta será una época más difícil para los jóvenes de nuestro país”, sostiene Eduardo Rojas, miembro del directorio de Grupo Educativo, quien se ha desempeñado en los ámbitos de gestión escolar sustentable y educación técnico profesional.
En 2020, Grupo Educativo, en conjunto con el Ministerio de Educación, implementó los programas de la Red Futuro Técnico en las regiones de Antofagasta, Maule y zona poniente de la región Metropolitana. “A finales de ese año, lanzamos un libro de buenas prácticas para contribuir a las nuevas maneras de vinculación y así favorecer la continuidad de las trayectorias educativas. Este documento identificó, seleccionó y sistematizó 35 prácticas que dan a conocer experiencias educativas de jóvenes técnicos en distintas comunas del país”, explica Rojas, coordinador de Redes Futuro Técnico de Grupo Educativo.
Pero no todo el panorama es tan dramático. Rojas también explica que durante este periodo se han realizado diversas alianzas para satisfacer las demandas tanto de los jóvenes y sus familias, de las empresas como de las políticas públicas de fomento y desarrollo productivo.
“Se han realizado experiencias muy interesantes relacionadas con las prácticas virtuales o con alternancias en realidad simulada o aumentada. Por ejemplo, hicimos un convenio con la empresa Manager, quienes nos facilitaron su software ERP, que tiene relación con recursos humanos, logística y contabilidad. A través de esta alianza, logramos que más de 100 estudiantes accedieran a este programa e hicieran su práctica de modo virtual. Desde sus casas aprendieron y trabajaron en temas como administración de recursos o de contabilidad, tópicos probablemente que en su colegio no hubiesen tenido la oportunidad de aprender, ya que estas licencias son costosas y no están al alcance de los establecimientos”.
También hubo casos de establecimientos que desde el principio de la pandemia modificaron sus planes, pues sabían que sus estudiantes iban a tener problemas como la conectividad para un escenario enteramente virtual.
“Recuerdo un liceo de Calama y otro de Curicó que optaron desde el principio por preparar material impreso ya que sabían que la mayoría de sus alumnos no contaban ni con computador ni internet. Por lo tanto, realizaron una serie de guías de autoaprendizaje y las entregaban con la caja de alimentos de la JUNAEB semanalmente o cada quince días. Los estudiantes recibían sus materias y desarrollaron todo un operativo logístico para que siguieran aprendiendo”, sigue Rojas.
La realidad de los números es los estudiantes técnicos profesionales representan casi el 40% de la matrícula de tercero y cuarto medio del país, y el 90% de ellos son de los quintiles más pobres de la población. Y la pandemia ha puesto en evidencia que las familias más pobres no cuentan ni con soportes tecnológicos ni con acceso a internet, haciendo aún más difícil el proceso de aprendizaje.
Justo por esta razón los esfuerzos de Grupo Educativo están puestos en contribuir al mejoramiento de la educación técnica en el contexto que atraviesa nuestro país y el mundo. Asimismo, hoy se reconoce la importancia de diversas carreras donde han sido los técnicos profesionales, los protagonistas de labores vitales para sostener las cuarentenas. “Sin los técnicos habría sido imposible mantener en pie al país, desde todo lo que es atención de urgencia, proceso de vacunación, hasta el mantenimiento de equipos y de operación en la minería, entre tantos más, que son los ingresos de Chile”, finaliza Eduardo Rojas.